jueves, 29 de noviembre de 2007

AMANECE...

Amanece… el cielo amaneció cubierto de nubes grises… y a ella se le pegaron las sábanas como cada mañana… aunque sigue teniendo la misma duda de todos los días… no sabe si son las sábanas o la piel de él lo que se le pegó… Se pregunta lo mismo cada mañana desde que hace unos meses él decidiera trasladar allí las pocas cosas que le quedaban en su casa… en realidad ella tiene muy clara la respuesta…

Se levanta… y como cada día desde que él duerme en la cama junto a ella… le observa apoyada en la ventana… abriendo suavemente las cortinas para que poco a poco la luz vaya abriéndose paso por cada pliegue de su cara… creando sombras… marcando aún más sus rasgos… descubriéndole cada día a los ojos de ella el rostro que duerme a su lado…

Porque cada día cuando termina de retirar la cortina y la luz entra inundando cada hueco y cada resquicio del dormitorio… ella le mira con el mismo asombro… como si cada día fuera el primero que le ve… como si no hubiera pasado media noche haciendo el amor en brazos de ese hombre… como si aún su cuerpo no guardará el olor de él…

Pero hoy la luz es diferente… el cielo esta cubierto de nubes… y casi no llega para iluminarle a él… es la primera vez desde que él duerme allí que ocurre eso… ella no puede descubrir su rostro porque solo las sombras han conseguido cubrirlo…

Sin embargo la cara de ella esta completamente iluminada porque entre las nubes una pequeña ventana quedo abierta para que la luz anaranjada del amanecer se abriera paso… una luz que decidió salir sólo para posarse en los ojos, haciéndolos brillar como los de una gata, y en las mejillas de ellas… en su pelo para dotarla de un aire de pureza casi místico… una luz que la ilumina por completo apoyada tal y como esta en la ventana…

Y ella… desilusionada por no poder encontrarle como cada día entre los rayos de sol… justo iba retirarse de la ventana cuando le oyó decir… no te muevas princesa… ella se queda perpleja… y el continúa… cada día te levantas... te acercas a la ventana… abres las cortinas poco a poco con el cuidado de no despertarme… y te quedas observando como poco a poco la luz va cubriendo mi rostro… pero hoy la luz no llega hasta la cama… hoy te adueñaste tú de toda la luz… y hoy seré yo el que te busque a ti detrás de cada rayo… seré yo quien se deleite observándote… el privilegio hoy es para mi…

Pensaba que era un secreto… ella siempre pensó que él no notaba que le miraba… nunca pensó que el no era capaz de seguir durmiendo cuando ella abandonaba las sábanas que habían compartido esa noche… Y él guardaba celosamente el secreto… disfrutaba dándole a ella el placer de cada mañana… pero hoy… cuando vio que la luz era toda para ella… decidió que había llegado el momento de ser él quien disfrutará del placer de encontrarla en el sol…



PILU... PILUCHI...

6 comentarios:

CARMEN dijo...

Tienes ese don de emocionarme con lo que escribes.
¡Que tierna y hermosa historia de amor!.
Besos de pepe y mios.

Rodolfo Serrano dijo...

Teníais que haberos acercado. Per espero que sea en otra ocasión.
Gracias

Paseando por tu nube dijo...

Mmmm que bonito, que tierno, me encanta ver como describes ese amor tan puro, ya tan lejano en mi cabeza, sé que existe, alguna vez lo viví, pero hace tanto tiempo, es un placer recordarlo en tus palabras.
Un beso

Pablo dijo...

Precioso Pilar.

Ha sido un placer conocerte. Demasiado fugaz, espero tener una nueva ocasión, con más tiempo y más abrazos.

Besos.

Azul dijo...

Esa historia es de mis favoritas... si...

Aunque he de confesar que más que el sol, me gustan las nubes... pero ya sabes que es que yo, soy así de rara...

Un besooo

Cecis ... funámbula dijo...

Todavia me recorren las sensaciones que desperto tu relato....mis aplausos...