miércoles, 26 de septiembre de 2007

REVOLUCIÓN...

Tu sonrisa es una revolución... tu voz al otro lado del teléfono es una revolución... aparecer y verte…mis manos perdidas por tu cuerpo serían la mayor revolución... tu piel perdida entre mis sábanas... tu boca pidiendo de la mía... tu abrazo, ese que me ata al mundo, ese que me protege es una revolución... las miradas furtivas... cada miedo que supero…que superas es una revolución… mis caricias en tu cuello... mis dedos en tu pelo... tu respiración en mi nuca... las horas que duermes y te miro... cada nuevo lunar que me descubras... cada peca... subirme a tu cintura... sentirte dentro de mi cuerpo sería una revolución... Tú eres mi revolución...

PILU... PILUCHI...

viernes, 21 de septiembre de 2007

MIRARTE

Agárrate de mi mano, sabes que siempre me dio miedo sentirme sola.

Es increíble, siempre me ha parecido sorprendente como haces desaparecer mis vergüenzas al mirarme, al estar a mi lado, alguna vez tienes que explicarme como lo haces.

Ven, túmbate aquí, quiero sentir tu respiración en la nuca mientras duermo, me tranquiliza. Desde que duermes aquí ya no necesito Prozac para dormir toda la noche, y he llegado a pensar que deberían recetarte, aunque pensándolo bien creo que los efectos al dejarte serían los mismos que al dejar de tomar Prozac, me estoy haciendo tan adicta a ti como a él.

Ya te has dormido y yo esta noche he decidido no dormir. Voy a observarte cada segundo. Si pudieras ver lo bonita que se ve tu cara con la luz de las farolas que entra por la ventana, seguro que tú también decidirías mirarte toda la noche.
Un grupo de jóvenes canta en la calle, no les oigo bien pero reconozco la canción, es esa de Aute que tanto nos gusta, esa que me cantas a veces al oído. Y ahora mientras te miro y los escucho parece que seas tú el que vuelve a cantarme en susurros. Cada vez me alegro más de no haberme dormido.

Me pregunto si tú alguna noche no has dormido mirándome. Quizás tú no estés tan loco como yo. O quizás sí, sino no se como consigues aguantarme a veces.

No quiero que llegue el sol, te ves tan mío ahí dormido. Ahora no tengo miedo de perderte, viéndote así he llegado a la certeza de que ya no puedes irte. No creo que puedas volver a dormir sin esta loca que te mira; ¿y yo?, yo ya no se pasar las noches sin el ronroneo de tu respiración, sin tu olor; olor que por cierto hace tiempo que decidió quedarse a dormir en mis almohadas.

Se está acabando la noche. Hay cosas de tu cara que no conocía hasta hoy. Pero ahora aún sin poder verte, solo con el tacto de tu cara en mis manos podría reconocerte, sabría dibujar cada una de las líneas de tu cara.

El sol esta empezando a entrar por las ventanas y se que estas apunto de despertarte, siempre lo haces, nunca has sido capaz de seguir durmiendo cuando hay luz. Por eso te gusta tan poco que salgamos de noche.

Llegó el momento de cerrar los ojos para mi, no quiero que sepas mi secreto. Se que acabas de despertarte por que siento como me miras, ahora se que nunca pasaste una noche entera sin dormir mirándome, tú no sabes dormir con la luz del sol y yo no se dormir cuando me miras.

Al abrir los ojos te miro con la misma emoción con la que lo hice toda la noche, como si hiciera días que no te veo. Sabes, me encanta tu cara cuando me miras al despertarme, lo haces con la satisfacción de saber que provocas siempre la misma sonrisa en mi cuando duermo contigo, y hoy no dormí, pero la sonrisa es la misma, mayor aún si cabe. Gracias por esta noche.

Y vuelves a hacerlo, me miras y han vuelto a desaparecer todas mis vergüenzas. En serio, tienes que explicarme como lo haces.


PILU...PILUCHI...

lunes, 17 de septiembre de 2007

SOLA EN EL CINE...

Era miércoles… y a ella que siempre le encantó el cine se le ocurrió que podía ser el día perfecto para volver a sus buenas costumbres… y sola, como siempre últimamente, cogió su bolso y se dispuso a salir.

Llegó al cine… miró la cartelera… la examinó buscando una película que la hiciera reír… estaba demasiado sola últimamente y las sonrisas robadas escaseaban desde hacía mucho… Después de un rato de búsqueda se decidió por aquella comedia inglesa de la que había oído hablar a sus compañeras de trabajo esta semana… Compró su entrada… algunas gominolas… un cubo de palomitas… y un gran vaso de coca cola… después de todo estaba sola… no tenía que guardar la pose delante de ningún hombre que pudiera mirarla extrañado por engullir tantas calorías… algo bueno tiene mi soledad… se decía a si misma…

La luz verde de su película se encendió… llegaba el momento de entrar… y de alguna manera se sentía más sola que nunca… supongo que sus ojos eran tan espejo de su alma en esos momentos que sería la razón por la que justo cuando estaba a punto de entregar la entrada, ocurrió… Cariño… dijo él… donde te habías metido?... no te dije que me esperaras al lado del puesto de palomitas mientras iba al servicio?... con tanta gente después no te encuentro y te echo de menos demasiado pronto… Y la besó en la mejilla dulcemente… Ella le miró entre sorprendida y sonrojada… sólo acertó a decirle… lo siento no pensé que no me vieras… La empleada que recogía las entradas los miró con cierta envidia por la dulzura con la que él la había besado… envidia por las miradas que él le dirigía… por sus palabras…

Caminaron juntos por el pasillo que los llevaba hasta la sala… en silencio… sin mirarse… Ella esperaba que él continuara hacía otra sala… no se había atrevido a preguntarle porque había dicho aquello… pero no fue así, cuando llegaron a la puerta de la sala él la miro dulcemente… con la sonrisa más linda que ella había visto jamás en su vida… y le abrió la puerta para dejarla pasar, haciendo lo mismo detrás de ella… Justo cuando se dirigían a sentarse ella pensó… porque no??... porque no dejar la soledad justo en la entrada??... porque no estar acompañada… No entendía que estaba pasando… pero tampoco quería saberlo… quizás él la había confundido con alguien… quizás estaba tan solo como ella… le daba igual… por esta noche quería que se quedará… y así fue…

Se sentaron juntos… rieron con cada escena de la película… se hacían bromas… se hablaron como si se conocieran de toda la vida… disfrutaron de las palomitas… bebieron juntos el refresco… él seguía mirándola con la misma dulzura… le acariciaba la mano… y ella le correspondía… Era un extraño, sí… pero aquel extraño estaba logrando que la soledad hubiera desaparecido de un plumazo… hubiera parado el reloj si hubiese podido para no dejarle ir… pero la película llegó a su termino… y al levantarse ella giró para el lado donde estaba sentado él para salir… y él al levantarse giro para el lugar de ella para entorpecerle el paso… se acercó a sus labios… sujetaba su cara con una de sus manos… y la besó en los labios… tiernamente… como se dan los besos de verdad… La besó con los labios… pero también lo hizo con el alma… con el corazón… con todo su cuerpo… la besó sin dejar nada en él… Y temblaban… los labios de los dos temblaban…

Se miraron y sin decir nada, no hacia falta, se tomaron de la mano… y llegaron paseando hasta el piso de ella entre abrazos… arrumacos… y besos… se pararon en la puerta… y ella le pregunto… te quedarás?... y él le contesto… No tengo más remedio que hacerlo… esta noche mi soledad conoció a la tuya y se enamoró… la dejé en la puerta del cine junto a ella… y por como se miraron creo que no volverán… así que tendré que quedarme contigo hasta que nuestras soledades decidan volver a buscarnos… Ella le abrazó fuertemente y contestó… si tu soledad mira de la misma manera que tú… creo que tenemos toda una vida para seguir viniendo los miércoles al cine juntos…



PILU... PILUCHI...